Mensajes de diversas orígenes

 

viernes, 11 de noviembre de 2022

Hijos Míos, También Esta Tarde Vengo A Pediros Oración, Oración Por Este Mundo Cada Vez Más Envuelto En Tinieblas

Mensaje de Nuestra Señora a Angela en Zaro di Ischia, Italia, del 8 de noviembre de 2022

 

Esta tarde apareció Mamá toda vestida de blanco. El manto que la envolvía era también blanco, fino, ancho, y el mismo manto cubría también Su cabeza. Mamá tenía los brazos extendidos en señal de bienvenida. En la mano derecha tenía una larga corona del Santo Rosario, blanca como la luz, que le llegaba casi hasta los pies.

Sobre Su pecho, Mamá tenía un corazón de carne coronado de espinas, sobre Su cabeza una corona de doce estrellas.

Sus pies estaban descalzos y descansaban sobre el mundo. Sobre el mundo estaba la serpiente, como un dragón, agitando ruidosamente la cola. Mamá lo sujetaba con Su pie derecho. Emitía grandes gritos y se le caía la baba por la boca. Mamá apretó más fuerte Su pie e hizo un pequeño movimiento con Su mano derecha donde tenía la corona, no la apoyó sobre él, sino que sólo hizo el gesto. Él soltó un grito y luego se quedó en silencio.

Alabado sea Jesucristo

Queridos hijos, gracias por estar aquí, en Mi bosque bendito. Gracias por responder y aceptar esta llamada Mía.

Hijos, estoy aquí porque os amo, estoy aquí por la inmensa misericordia de Dios.

Dios os ama y desea que cada uno de Sus hijos se salve.

Hijos míos, también esta noche vengo a pediros oración, oración por este mundo cada vez más envuelto en tinieblas.

Mamá me dijo: «Hija mira y recemos juntas».

Empecé a ver el Corazón de la Virgen María palpitando con fuerza, cada vez más fuerte. Podía sentir claramente los latidos de Su corazón. El rostro de la Virgen estaba muy triste. Luego empecé a ver escenas de guerra, violencia, niños que morían a causa de la guerra, mujeres y hombres que se prostituían. Todo lo que es malo, mientras miraba y rezaba con Mamá. Las escenas seguían fluyendo ante Mí. El rostro de la Virgen María se llenó de lágrimas y se entristeció.

Luego un silencio sepulcral, Ella Me miraba sin hablar.

Luego se llevó la mano izquierda al corazón y volvió a hablar.

Hijos míos, cuánto mal, cuánto dolor, cuántos horrores en esta tierra.

Amados hijos, también esta noche vengo a pediros oración. Que vuestra vida sea oración. Hace mucho tiempo que estoy aquí en medio de vosotros, hace mucho tiempo que os digo: «Os esperan tiempos difíciles». Hijos, no tengáis miedo, si os digo ciertas cosas es para prepararos, no para aterrorizaros.

Soy la Reina de la Paz, soy vuestra Mamá y deseo vuestra salvación.

Por favor, hijos, no esperéis más, convertíos.

Entonces Mamá extendió Sus manos y bendijo a todos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Origen : ➥ cenacolimariapellegrina.blogspot.com

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